domingo, 31 de diciembre de 2006

Nunca supe su segundo nombre.

A eso me refería cuando le decía que, en el fondo, yo no lo conocía.

jueves, 7 de diciembre de 2006

Definición del ñaca ñaca

Real Academia Lanetta:

Ñaca ñaca: lanettismo.

Dícese de la onomatopeya de lo que sería, picture this:

"una cara pensativa, ojos que miran hacia arriba y se bambolean de izquierda a derecha… la mano que rasca el mentón, pensativa, y la boca, fruncida en un semi rictus, se mueve, también, de izquierda a derecha… y de repente… epifanía!... Idea tremebunda, una ceja levantada, sonrisa pícara y frote de manos… y qué pensás…? Ñaca ñaca, al mejor estilo Montgomery Burns…"


Capisce...?

lunes, 9 de octubre de 2006

And I feel so dim inside, so dim...

Like my light's gonna go out in any second... how on earth could I light it up again?

And how can I tell you, cutie pie, marshmallow, that I'm wilting on the inside, that my tears well up in my eyes every now and then, that not even all of your love could save me because it's me who should save myself...?

sábado, 5 de agosto de 2006

Nunca ningún hombre va a ser suficiente para la "nena" a ojos de los padres, ¿no...?

sábado, 17 de junio de 2006

Caleidoscopio

Dedicado a vos, Lobo.
Aunque ya entendí lo que ves.
A veces se trató de distancias, paredes con carteles de Prohibido el paso de color púrpura. Otras veces, de ausencias. Nos alternamos los roles. Y si la relación funcionaba, entonces éramos grandiosos seres con una comunicación única. YquÉbUEnohaberteencontrADO,penséqueeraelÚNicoejemplardemiESPecie. Pero si había fallas en la comunicación porque nuestras cuerdas vocales vibraban en notas disímiles y nuestros cuerpos se movían en espacios de colores diferentes que no combinan según el ojo amateur de cualquier fanático de la moda, entonces... notecerrÉS... uff,noteenTIEndo,noSÉdequÉestáshablando. Aún así, jamás se trató de enfado: tan sólo un tirón de orejas.

Vi una inexplicable mezcla de encuentros y desencuentros zigzagueantes y alternados,

lejanos en tiempo físico y espacio, palabras, anhelos, malos modales, deseos, silencios, sonrisas, abrazos.

Vi un cruce azaroso, por medio de la poesía, de imágenes sinestésicas, impalpables, abundantes, emotivas, delirantes. Vi formaciones a base de palabras sentidas, surtidas, con alas, posadas en tus labios y en los míos. ¿Fue?

Giro el caleidoscopio para que se muevan las lentejuelas de colores. Para ver qué nos espera en su próxima formación. Me gustaría que jugásemos al Veo Veo, que empieces y que me toque preguntarte:

¿Qué ves?



(lástima tener que obviar el formato de espirales y ondas que sumaban a la idea del caleiedoscopio. ¡Apelo a la imaginación del lector! Gracias Lu por intentar el formato de espiral con las palabras y gracias Sol por la idea de los puntos en blanco.)

sábado, 20 de mayo de 2006

Una noche cualquiera

Ella tenía los pies fríos.

Llevaban algunos meses conviviendo. Rara vez encontraban motivo de queja acerca del otro. Eran de esas parejas que nunca se pelean porque él, ella o ambos ceden eventualmente. Evitadores de conflictos para unos, cobardes para otros e hipócritas para el resto. ¿Quién sabe si no ellos mismos?

Esa noche ella se acostó primero. Extraño: siempre era la que daba más vueltas a la hora de dormirse, especialmente cuando padecía del insomnio post sexual, como ella le llamaba, en el cual se pasaba las horas mirando el techo, mirándolo dormir, acariciándole el pelo.

Sucede que ella no había dicho lo que tenía que decir.

Él le siguió. Ella se corrió suavemente hacia un costado de la cama y él pasó el brazo por debajo del suyo, acercándole a su cuerpo, abrazándola.

- Tenés los pies helados. ¿Tenés frío? -
- No. -
- Te quiero... -

Sólo silencio. Suspiro. Sueño. Solo. Sola. ¿Solos?

Él quedó queriendo solo.

Y las dudas comenzaron a cavar la brecha entre ambos. Cada nueva pregunta significaba un poco menos de tierra bajo sus pies, hundiéndola.

¿Qué estamos haciendo?
¿Qué hago acá?
¿Ya no le gusto?
¿Se está tornando aburrido?




¿Lo quiero...?

Era la primera vez que ella tenía los pies fríos desde que compartían la cama. Él desconocía el motivo, mas sabía que sus pies eran un fiel reflejo de lo que ella estaba sintiendo en ese momento porque su cuerpo le hablaba aún cuando sus ojos le callaran cosas. Entonces sólo la abrazaba, desconcertado ante ese cuerpo que le era tan conocido, recorrido y amado que ahora le estaba siendo ajeno, frío e inerte, un cuerpo enajenado de sí mismo. Ella se estaba arrancando a sí misma de los brazos de él, desmoronando el fértil suelo donde siempre estaban parados, angustiándolo al angustiarse. ¿Sin motivo? Una lucha entre seguir o parar, devorarse a besos o mordiscos, arrancarse la piel con las uñas o lamerse el hueco de la clavícula. Seguramente ella lloraba por dentro pese a mantenerse impasible mirando la pared. Él llamaba con sus manos a esa mujer que conocía; esperaba encontrarle recorriéndole el cuerpo como un prestidigitador. Él sí lloraba en silencio, lágrimas de hecho.

No hablaban... con palabras. Su intento de diálogo se transformaba en un sordomudo hablándole en señas a una no vidente cuyas manos daban manotazos al aire, chocando con las manos de él, acallándolas quizás sin quererlo, malinterpretándolas sin poder evitarlo.

Gira en la cama y se suelta de su abrazo; se enreda en las sábanas. Ella grita su nombre. Él gesticula, preguntándole dónde está.

- ¿Dónde estás? -.
- Acá, al lado tuyo. Tocame -.
- ¿Dónde estás...? -.

Ella decide no pensarlo ya: siente. Desespera. Estira sus manos, reconoce un calor y lo abraza. Él siente que alguien vuelve. Y la encuentra oliéndole el pelo.

Una noche cualquiera.

miércoles, 29 de marzo de 2006

¿Cuál era...?

Ella no se podía comprometer ni con su sombra.
Ella no se quería comprometer ni con su sombra.
Ella no se podía comprometer ni con su sombra.
Ella no se quería comprometer ni con su sombra.
Ella no se podía comprometer ni con su sombra.
Ella no se quería comprometer ni con su sombra.


...

jueves, 23 de marzo de 2006

Certeza

Si no despliego mis alas pronto, van a comenzar a caerse las plumas...

sábado, 11 de marzo de 2006

Receta para conformar una mimosa*

Ingredientes:

1000 hectolitros de agua.
1 cuerpo a 39 Cº de temperatura.
1 cuerpo a temperatura ambiente.
5 años de melancolía.
4 brazos.
1 cama plaza y media o matrimonial.
1 frazada.
1 lágrima.
Suspiros a gusto.
Silencios compartidos.

Modo de preparación:

Colocar el cuerpo a 39 Cº sobre la cama en posición fetal, sin que el par de brazos correspondientes abracen las rodillas. Tomar los 1000 hectolitros de agua. Pasarlos por un colador para que caigan cual gotas de lluvia. Espolvorear los 5 años de melancolía sobre el cuerpo; sin permitir que este se enfríe, cubrirlo con la frazada. Añadir a la mezcla la lágrima. Por último, tomar el cuerpo a temperatura ambiente y colocarlo debajo de la frazada en posición fetal también. Con el par de brazos, rodear la cintura del primer cuerpo y colocar las manos del mismo sobre las del segundo. Sumarle suspiros a gusto y en intervalos elegidos acordes al resultado buscado. Es indispensable compartir silencios. Se recomienda su preparación en otoño para óptimos resultados.




*mimosa: dícese de una composición con forma humana que gusta de la recepción de cariño // dícese de la planta que al tocarla, cierra sus hojas. Ocurre lo mismo cuando se hace de noche.

jueves, 2 de marzo de 2006

Decisiones

A veces, sólo es cuestión de taparse los ojos y saltar... para en caída libre abrirlos.

Sin paracaídas.

domingo, 29 de enero de 2006

Ponerme zapatos nuevos...

... y de taco bajo/mediano/alto es como volver a aprender a caminar. Y en el medio, hay algo como pisar huevos, jugar a no pisar las juntas de la baldosa, pisar de manera distinta para no sacarme ampollas y evitar llegar al trabajo con el tobillo sangrando, como la semana pasada.
Toda una metáfora usar zapatos nuevos. Incluso cuando no son nuevos a veces me cuesta caminar y es como volver a empezar, como si las piernas no fuesen mías, no poder coordinarlas.
Raro, ¿no?

domingo, 22 de enero de 2006

Improvisaciones de un fin de semana aburrido

El sr. Agustín tenía en su nick de MSN una frase inspiradora:


Ask a stupid question, get a stupid answer.
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Yo sólo me limito a ello:
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¿Si te amenazo con una cuchara, te puedo quitar los ojos claros? ¿vas a oponer resistencia?¿Cuántos pelos tiene tu barba? ¿De qué color va a ser el amanecer de mañana? ¿Cuántas olas rompen en la orilla de Mar del Plata cada hora? ¿Cuán largas son las uñas de tus dedos gordos del pie? ¿De qué color son tus medias? ¿Cómo te peinaste esta mañana? ¿Cuántas lágrimas derramaste la última vez que lloraste? ¿Quién es tu persona favorita? ¿Café o mate? ¿Champagne o fresita? ¿Coca o pepsi? ¿Morder o lamer? ¿Gesticular o susurrar? ¿Sí o no? ¿Cómo, por qué, cuándo o dónde?
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Eso sí: me debés respuestas a varias preguntas.
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(gracias Agutitito por la paciencia y por hacerme descuento por hacer tantas preguntas estúpidas. Sépalo, Alfredo, realmente lo aprecio)

lunes, 2 de enero de 2006

De mi baja autoestima en días calurosos...

(o pequeñas quejas en tinta alta)
No suelo utilizar mi pequeño espacio para reflexiones personales, pero hay cosas que a veces me desbordan, sobre todo en días calurosos como hoy en los que estoy en pijama y rodete, descalza y tirada sobre la cama leyendo un libro y me siento muy tonta. (igual, Bohe dice que me estoy tomando mi vida como si fuera un cuento... quizás lo sea, no lo sé)
Detesto cuando me dicen que una de mis amigas está buena, muy buena, presentámela, dale, no seas rata, ¡compartí tus amigas, mierda! Qué garca que sos, etceteridades.
No es que me moleste compartir, no es que me molesten las presentaciones, ni siquiera me importa que las cosas salgan mal. El punto es que termino sintiéndome el patito feo del cuento, con la diferencia de que yo ya no voy a crecer para ser cisne porque ya estoy grandecita y desarrolladita, pero me siento inferior, estúpidamente inferior.
En realidad, habría que poner el nombre que corresponde: me siento FEA.
Como cuando íbamos a bailar tres, cuatro, ocho... y la que siempre terminaba bailando sola mirando el piso o convenciéndose de lo divertida que era la música y mejor que no me saquen a bailar así disfruto era yo.
A veces se siente como cuando te van a presentar a un chico y te dicen: es un dulce de leche, reee simpático! y lo viste y te morís porque sí, es un dulce de leche, pero no te atrevés ni a tocarlo con un palo (qué superficial estoy hoy, ¿será el período?)
También a veces me pongo a pensar en las estupideces que escucho y que siempre discuto con amigas. Creo que las personas con las que más estuve de acuerdo en esto fue con Naty y Bohe. Y cuando leo blogs muy femeninos, muy personales me pone aún más feminista.
También me echo la culpa el 90% de las veces. Perfilar primero como amiga para conocer a alguien te relega, inevitablemente, a no moverte de ese rol nunca de jamasés y cuando me encuentro escribiendo alguna historia de amor frustrada, me digo a mí misma: si serás pelotuda, nena, otra vez jugándola de amiga... Y siempre terminás gustándoles a los que te gustaría caerles más como amiga. Pero qué va, siempre siempre siempre es al revés. Qué tipita jodida, maldita sea.
No, no puedo ser histérica, qué querés que te diga. No me va la zorra. No me va hacerme la diosa. Siempre pensé que mi cerebro y mi personalidad me tendrían que llevar más lejos que tener que andar mostrando un par de tetas con un escote generoso.
¡Pero no, no, no! Las mujeres inteligentes y con capacidad para cerrarte la bocota INTIMIDAMOS. A mí no me engañan más.
La de la minita inteligente no me la creo más... ¿a mamá mona con bananas verdes? ¡Por favor!




Eclipse indignada da un portazo y se va, refunfuñando por lo bajo. Exteriorizar es divertido... pero extenuante.