sábado, 23 de febrero de 2013

Tempos


Hay estaciones en las que me gustaría volver a las tardes en las que caminábamos buscando conejos en los árboles. Contemplábamos el río con ojos cerrados y compartíamos silencios. Nos abrimos hacia el mundo a través de las manos. Y comimos masitas naturistas de la lata que cargabas en la mochila. Porque vos sos del interior; no les decís galletitas.

Hay segundos fugaces en los que añoro que me encuentres distraída y volver a oír la frase: “porque yo estoy dividido entre lo terrenal y lo espiritual, ¿entendés?” mientras me mirás con naturalidad de lleno a los ojos. Recuerdo un *click* cerebral previo a un colapso de toda esa pared que yo ponía para separarme de los otros. El ladrillo que empujaste suavemente sin saberlo hizo volar todo por el aire. Responderte que te entendía; estábamos sintiendo sincronizadamente.

Hay noches de insomnio en posición fetal en las que fantaseo que, entredormido, estirás el brazo para encontrarme. Que cuando me descubrís tan pequeña en un rincón de nuestro mundo me envolvés en un abrazo. Y tu mano me tapa el agujero en el ombligo por el que se me estaba escapando la luz. Entonces, respiro.

Hay eternidades: nuestra boca, nuestro sexo, el pulsar de la sangre en tu mano sobre mi vientre.

Son donde quiero permanecer.

domingo, 17 de febrero de 2013

A Roto, en el día de los enamorados

Querido Roto,

Feliz día un pomo. Hace un año que te escribo y te hacés el otario. ¿Así es como pretendés recibir mi amor cuando llegues? Mirá que las flores se marchitan y los bombones se comen; las palabras se las lleva el viento o te las roba un Desarmado atorrante y me lleva consigo si con sus actos las acompaña. 

Yo te regalaría mi amor realista, porque es mi mejor forma de amarte. Porque sólo somos verdaderamente libres y amados si nos vemos francos... y enteros.

¡Tantas lluvias y pochoclos (o lluvias de pochoclos) que nos estamos perdiendo...!

Libremente tuya,
Descocida.

sábado, 16 de febrero de 2013

Querido Insomnio:

Me encanta que me visites cuando te ponés a trabajar con mi creatividad. Hacen cosas tan lindas que me emociona verlos desafiarse mutuamente. Ahora, esto de que le des celos porque se te ocurre coquetear con lo-que-no-tiene-nombre cuando sabés muy bien que creatividad se muere de amor por él me perturba. Dado que sos mi huésped, te voy a pedir encarecidamente que no agites ese avispero, te dejés de hacer el cocorito porque no da y hagas las pases con ella, así la energía se encauza hacia algo con propósito y significado. Copate, no te hagas rogar y colaborá con la causa.

Te mando almohadas de plumas, para que relajes.

Descosida.

jueves, 14 de febrero de 2013

De mis cartas a Roto y su falta de respuesta

8 de Febrero, 2012:
Querido Roto,
No me interesa tanto pasar los días de San Valentín juntos porque bien sabés que lo cursi me aburre. Pero no te permito que nos volvamos a perder de hacer cucharita en una noche I-DE-AL (sí, con mayúscula y silabeado; yo sé que así entendés el énfasis) como la de lluvia torrencial que escucho desde la ventana en este preciso momento.
Libremente tuya,
Descocida

25 de Febrero, 2012:
Querido Roto,
¡Dónde estás! ¿Acaso olvidaste el pedido que te hice respecto de las tormentas? El olor a lluvia que entra por la ventana de mi habitación es embriagante. Se dibujan círculos minúsculos sobre el lienzo de mi pared. Vos todavía andás por ahí perdido y yo pensando en todo lo que nos estamos perdiendo. Te espero con una caja de Pandora.
Libremente tuya,
Descocida

25 de Junio, 2012
Maldita sea, Roto! ¿Dónde estás cuando una Descosida te necesita...? Hoy me hubiese acurrucado en tu regazo para que me acaricies el pelo. Así esto no va a funcionar