martes, 28 de mayo de 2013

Adiós, Roto! Yo no soy una Descosida después de todo


Querido Roto,

Desisto de tu arribo.

Pensarte por tanto tiempo ha sido fantástico porque en mi mente nos hemos divertido y hemos crecido mucho. La realidad son espejitos de colores y me devuelven un reflejo que no me convence. Entendeme: le vengo pidiendo a San Google un traductor de metafórico a literal hace rato y aún no lo desarrollan. Y quedo fuera de juego incluso antes de empezar a jugar, ¡estas reglas no las quiero entender! No quiero entender estos manejos emocionales grotescos en cualquier relación humana, la necesidad de crear problemas porque hay aburrimiento, las negociaciones para ver quién se lleva la mejor tajada.

Yo le estoy pifiando, Roto. Yo no soy de tu palo. Yo quiero cuándos, cómos, y dóndes. Y te encantan los peros, los tal vez y los no sé.

Chau, Roto! Gracias por todo!

Marianela.

viernes, 1 de marzo de 2013


Querido Roto,

Necesito que me pases tu correo electrónico porque quiero desviarte el reporte del servicio meteorológico donde afirman que hoy se viene tremenda tormenta. Telepatía, conexión en sueños, no sé, apelo a tu capacidad de improvisación, manejalo. A ver si te convenzo, vos que andás haciéndote el galán por ahí, vaya una a saber dónde!

Te sigo poniendo la placa roja:

ESTAMOS A VEINTE DÍAS DEL OTOÑO.

Eso significa que está al venir la nueva temporada de pantuflas, futón, frazada y pochoclos. Vení así como sos que para cambiarte está el resto del mundo!

Libremente tuya,

Descosida.

Más amor para Roto


Man in photo: "Oh, you know her."
Nino: "Since when?"
Man in photo: "Since always. In your dreams."

Roto es como Nino. Yo estoy siempre en sus sueños y sabe quién soy, pero se le olvida. Ay, este Roto...!


21 de Febrero 2013

Querido Roto,

Esta es mi placa roja a lo Crónica:

FALTA UN MES PARA EL OTOÑO.

Yo no veo que estés más cerca que antes. El día de hoy fue un adelanto de todas las lluvias con pelis y pochoclos bajo una frazada que podremos compartir en el futón si le metés pata.

Libremente tuya,
Descosida.


sábado, 23 de febrero de 2013

Tempos


Hay estaciones en las que me gustaría volver a las tardes en las que caminábamos buscando conejos en los árboles. Contemplábamos el río con ojos cerrados y compartíamos silencios. Nos abrimos hacia el mundo a través de las manos. Y comimos masitas naturistas de la lata que cargabas en la mochila. Porque vos sos del interior; no les decís galletitas.

Hay segundos fugaces en los que añoro que me encuentres distraída y volver a oír la frase: “porque yo estoy dividido entre lo terrenal y lo espiritual, ¿entendés?” mientras me mirás con naturalidad de lleno a los ojos. Recuerdo un *click* cerebral previo a un colapso de toda esa pared que yo ponía para separarme de los otros. El ladrillo que empujaste suavemente sin saberlo hizo volar todo por el aire. Responderte que te entendía; estábamos sintiendo sincronizadamente.

Hay noches de insomnio en posición fetal en las que fantaseo que, entredormido, estirás el brazo para encontrarme. Que cuando me descubrís tan pequeña en un rincón de nuestro mundo me envolvés en un abrazo. Y tu mano me tapa el agujero en el ombligo por el que se me estaba escapando la luz. Entonces, respiro.

Hay eternidades: nuestra boca, nuestro sexo, el pulsar de la sangre en tu mano sobre mi vientre.

Son donde quiero permanecer.

domingo, 17 de febrero de 2013

A Roto, en el día de los enamorados

Querido Roto,

Feliz día un pomo. Hace un año que te escribo y te hacés el otario. ¿Así es como pretendés recibir mi amor cuando llegues? Mirá que las flores se marchitan y los bombones se comen; las palabras se las lleva el viento o te las roba un Desarmado atorrante y me lleva consigo si con sus actos las acompaña. 

Yo te regalaría mi amor realista, porque es mi mejor forma de amarte. Porque sólo somos verdaderamente libres y amados si nos vemos francos... y enteros.

¡Tantas lluvias y pochoclos (o lluvias de pochoclos) que nos estamos perdiendo...!

Libremente tuya,
Descocida.

sábado, 16 de febrero de 2013

Querido Insomnio:

Me encanta que me visites cuando te ponés a trabajar con mi creatividad. Hacen cosas tan lindas que me emociona verlos desafiarse mutuamente. Ahora, esto de que le des celos porque se te ocurre coquetear con lo-que-no-tiene-nombre cuando sabés muy bien que creatividad se muere de amor por él me perturba. Dado que sos mi huésped, te voy a pedir encarecidamente que no agites ese avispero, te dejés de hacer el cocorito porque no da y hagas las pases con ella, así la energía se encauza hacia algo con propósito y significado. Copate, no te hagas rogar y colaborá con la causa.

Te mando almohadas de plumas, para que relajes.

Descosida.

jueves, 14 de febrero de 2013

De mis cartas a Roto y su falta de respuesta

8 de Febrero, 2012:
Querido Roto,
No me interesa tanto pasar los días de San Valentín juntos porque bien sabés que lo cursi me aburre. Pero no te permito que nos volvamos a perder de hacer cucharita en una noche I-DE-AL (sí, con mayúscula y silabeado; yo sé que así entendés el énfasis) como la de lluvia torrencial que escucho desde la ventana en este preciso momento.
Libremente tuya,
Descocida

25 de Febrero, 2012:
Querido Roto,
¡Dónde estás! ¿Acaso olvidaste el pedido que te hice respecto de las tormentas? El olor a lluvia que entra por la ventana de mi habitación es embriagante. Se dibujan círculos minúsculos sobre el lienzo de mi pared. Vos todavía andás por ahí perdido y yo pensando en todo lo que nos estamos perdiendo. Te espero con una caja de Pandora.
Libremente tuya,
Descocida

25 de Junio, 2012
Maldita sea, Roto! ¿Dónde estás cuando una Descosida te necesita...? Hoy me hubiese acurrucado en tu regazo para que me acaricies el pelo. Así esto no va a funcionar

 

miércoles, 30 de enero de 2013

Yo quiero que seas la sonrisa de la que no tengo retorno.

Agarrarte del cuello de la remera o las solapas de la camisa, la campera y besarte mientras silabeo sobre tus labios que ¡meen.can.tás! para que estalles de la risa.

Enroscarme en esta cinta de Moebius en la que te sonreís, te beso, te hablo, te reís, te beso, te hablo, te reís... ad infinitum

Sorprendeme. De yapa te llevás mis ojos que, dice el reflejo, tienen alas. Y luces.

Como las luciérnagas.

jueves, 24 de enero de 2013


Estamos llegando a la esquina; vos estás en la mejor parte de la historia. Me divierte lo que me estás contando, la forma en la que lo hacés. Te sonrío de costado, sin mostrarte los dientes porque todas las palabras se me van a salir volando como mariposas si amago con despegar los labios.

Pero te agarro desprevenido porque no puedo con mi genio. Suelto un juego de palabras y me tapo la boca mientras me contengo la risa. Mis pies se rehúsan a seguir caminando. Tus manos se paralizan en el aire, como si estuviésemos jugando a las estatuas. Tus ojos hacen movimientos rápidos de izquierda a derecha, los brazos se te caen a los costados y automáticamente reís. A carcajadas. Nos doblamos de risa mientras nos agarramos la panza con las manos en plena esquina céntrica. Hora pico.

El semáforo cambia para darnos el paso. Como si contásemos con años de práctica, percibo que tu mano se desliza firme en la mía para entrelazarme los dedos y acto reflejo, podría jurar que siento tu abrazo, tus manos envolviéndome la cintura, tu barba de dos días en el cuello haciéndome cosquillas.

Entonces lo entiendo todo: tu lenguaje silencioso que me cuenta, atorrante, que ya lo sabías, que me ves desde que nos conocimos. Y toda nuestra intimidad se ve reducida a estos centímetros de piel.